EEn todo el mundo, las mujeres representan la mitad de los estudiantes de educación superior. Sin embargo, en los puestos de liderazgo, solo una de cada tres posiciones en la C-suite está ocupada por una mujer. Si a esto le sumamos el hecho de que millones de mujeres abandonan el mercado laboral cada año, perdemos influencia en las decisiones que moldean nuestras vidas.

¿Cómo cambiamos esto?

Equilibrando alto rendimiento con bienestar.

¿Y si la salud mental fuera nuestra herramienta más poderosa para lograrlo? Déjame explicarte mi razonamiento.

Existen dos áreas clave que las mujeres debemos gestionar para generar un cambio real.

Primera: Los desafíos estructurales

La realidad es que las mujeres enfrentamos más riesgos psicosociales en el trabajo: acoso, discriminación, inseguridad laboral y la carga constante de equilibrar las demandas profesionales y personales.

Por ejemplo, en Portugal, las mujeres trabajan, en promedio, una hora y media más al día para compaginar su carrera con las responsabilidades domésticas. A lo largo de un año, eso equivale a casi un mes y medio más de trabajo que los hombres. Esta presión nos vuelve más vulnerables a problemas de salud mental, como burnout, ansiedad y estrés, con consecuencias graves.

Y estas son también algunas de las principales razones por las que muchas de nosotras terminamos dejando el mercado laboral.

Segunda: El bienestar

Si no entiendes cómo funcionan tu cuerpo y tu mente, y cómo navegar por ellos, el camino será mucho más difícil.

La realidad es que las mujeres tenemos el doble de probabilidades de padecer trastornos de salud mental como la depresión. Una de cada cinco experimentará trastornos mentales comunes, como estrés y ansiedad.

Pero esto no es solo un tema psicológico—nuestras hormonas tienen un impacto enorme.

Hormonas como el estrógeno afectan directamente nuestras emociones y neurotransmisores clave como la serotonina y la dopamina, que regulan el estado de ánimo, la irritabilidad, la ansiedad, la depresión e incluso la calidad del sueño. Ahora, imagina el impacto de esto a lo largo de la vida—desde la menstruación hasta el embarazo, la perimenopausia y la menopausia.

Por eso, es esencial que conozcas tu equilibrio hormonal y tu salud mental. Porque si estos aspectos no se gestionan, los efectos pueden ser severos: desde el burnout y la pérdida de creatividad hasta el deterioro cognitivo, la falta de alegría y la dificultad para tomar decisiones.

Y, por último, el cerebro.

El cerebro es lo más poderoso y extraordinario que poseemos. Y, sin embargo, pocas de nosotras comprendemos realmente cómo funciona.

Con demasiada frecuencia, lo tratamos como un oráculo de verdad, pero esa no es su función real.

Para lograr lo que deseas, romper el techo de cristal, resistir, persistir y ocupar tu lugar en la mesa de tu propia vida, la salud mental no es opcional—es una parte esencial del camino.

Voy a compartir contigo herramientas y estrategias basadas en la ciencia para ayudarte a llegar a donde quieres estar.

Porque te lo mereces.

Y, de hecho, ya estás aquí, así que haz que valga la pena.

Gracias por acompañarme.

Eliana.